"el mismo que es abrazado"

domingo, 9 de mayo de 2010

Ciudadanos serviles

A lo largo de la historia, algunas mentes diabólicas han rezado: satisface lo superfluo de los hombres y te serán leales. Por ello elpan y circo de los emperadores romanos o, más recientemente, las promesas comunistas dadas a los más desfavorecidos en Rusia, Finlandia y Méjico en el primer tercio del siglo XX, y, más tarde, en España, Grecia o Cuba.

Como el ave Fenix que resurge de sus cenizas, este credo aparece de nuevo ante nuestros ojos. Porque el menda llevaba muchos días dándole vueltas al porqué de este Gobierno con el tema de la píldora y de la nueva ley del aborto. Encontrar razones inteligentes a estas cuestiones y no meras respuestas. Así que fui preguntando. Pregunte a 20 hombres de negro una noche y nadie colmó mi curiosidad. Y fue un matrimonio cristiano el que confirmo mis sospechas. Si satisfaces lo más básico, lo más animal, del ser humano obtendrás un ciudadano servil, obediente, instintivo, sin capacidad de razonar a lo irrazonable.

Cuánta clarividencia! Claro, es esto. Si al hombre le das la posibilidad de convertirse en señor de su sexualidad, a la vez que lo tienes satisfecho, paradójicamente, lo conviertes en esclavo. Pues el ser humano cuando está complacido en lo más primario, que es todo aquello que se queda en el cuerpo, es cuando pasa a ser fácilmente manipulable y manipulado.

Listos, muy listos nuestros gobernantes. Repetitivos, pero a la vez muy listos.

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